Islas, acantilados y playas

El litoral

Islas, acantilados y playas

El litoral del Parque Natural presenta una geomorfología muy diversa. Cabos, acantilados, calas, golfos, islotes, arcadas y cuevas constituyen un paisaje de una belleza excepcional. Las islas Medes, antiguo refugio espiritual, militar y de piratas, son hoy día un espacio protegido de primer nivel que cuenta con un fondo marino excelente.

Acantilados, playas y sistemas dunares muy bien conservados
Desde cala Montgó hasta el Cap de la Barra se alzan, imponentes, 10 km de costa rocosa con acantilados de casi 100 m de altura que esconden hermosas calas. Éste tramo se considera el mejor ejemplo en Catalunya de costa rocosa alta i caliza. Desde l’Estartit hasta Pals, el paisaje litoral cambia completamente, con 6 km de playas naturales que conforman uno de los sistemas dunares más extensos y bien conservados del país dónde crían especies vulnerables de gran interés como el chorlitejo patinegro.

Un archipiélago único en Catalunya
El pequeño archipiélago de las Medes, de 21,5 hectáreas, está formado por siete islas algún arrecife. Los acantilados se adentran al mar hasta unos 50 metros de profundidad, con cuevas y túneles submarinos. Este paisaje único en Catalunya destaca por una gran cantidad de ambientes y especies. En el ámbito terrestre, el antiguo faro de 1868 (hoy renovado y modernizado) convive con gaviotas argentadas, el cuervo marino emplomado, el halcón pelegrino y el vencejo real.

Un fondo marino de un valor ecológico excepcional
El archipiélago es una de las mejores reservas de flora y fauna marinas del Mediterráneo occidental. Las praderas de posidonia son de las más bien conservadas de la costa catalana. A partir de los 15 metros de profundidad aparecen el coralígeno, las gorgonias rojas y el coral rojo, muy sensibles al impacto humano. En éste fondo marino viven peces cómo el mero, la milana, el corbajo, el sargo breado y la orada, y depredadores como los espetos y el atún rojo. De vez en cuando aparecen delfines mulares, atraídos por la abundancia de alimento.

El Parque Natural, joya natural de la Costa Brava, se erige como un enclave estratégico entre montañas imponentes, playas doradas y la tranquilidad del río Ter. Su ubicación única ofrece una experiencia excepcional, fusionando la diversidad de paisajes en un escenario pintoresco y memorable.